"Yo desconocía que Fernando se había divorciado cuando aquella
noche opté por unos zapatos de tacón. Más tarde, durante la cena, tampoco
adiviné que mis piernas se le antojaban de vértigo y que mi olor se le había
pegado al paladar. Para cuando supe descifrar que aquel hombre había perdido el
norte por la pena, solo pude hacerle saber que en mí existía un sur donde
quizás deseara descansar. Un lugar cálido, como mis besos."
Difícil reunir tanta sensibilidad, ternura y sensualidad en tan pocas palabras.
ResponderEliminarUna gozada. Gracias por compartirla Diego y felicidades a Laura.
Un texto corto... pero inmenso en su contenido!
ResponderEliminarBesos, bella jornada!
Muy intenso Cristina. Gracias por tu visita desde Uruguay. Besos.
ResponderEliminarAmaya, amiga cercana del blog gracias por tu visita y tus palabras.
ResponderEliminarUn abrazo
Corto pero intenso. La imaginación al poder.
ResponderEliminarBesos
Encantado con tu visita Soñadora vieja amiga del blog. Un abrazo.
ResponderEliminar¿Qué te voy a decir, Diego?
ResponderEliminarConoces mi admiración por Laura y su obra. Como todo lo que escribe, este micro me parece genial.
Un abrazo.
Lo es amigo Manuel y te doy las gracias por haberme facilitado su conocimiento. Un abrazo.
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