Ahora se nos muestra con sus letras como la persona sensible, soñadora, desbordante de inquietudes y necesitada de fronteras más amplias para su arte. Nos deja un microrrelato, al que seguirán algunos más en su afán por consolidarse tras los pinceles, el tórculo y el barro acogiendo la palabra escrita para dar rienda suelta a sus inquietudes.
DOLOR
El grito hirió el espacio, trepó las piedras desnudas, rozó las copas de
los árboles, hasta perderse con un eco de hiel en un horizonte de perros huérfanos de ternura. La luna, apenas
entrevista entre los negros nubarrones de la desesperación, dejaba asomar algún
rayo burlesco, imperturbable al dolor.
Envidiaba a los que moraban al abrigo de la tierra, porque ellos nada
oían, nada sentían, no podían morir cada día un poco porque ya estaban muertos.
Piadosa mortaja la noche negra, que el rayo lunático se empecinaba en negarle.
Fulgor de estrellas a las que no alcanza a estrangular con sus manos desnudas.
Tú piel yace contra otra piel, no es tú culpa, si mi locura, me desgarro
en lo más profundo, hiero la superficie y vierto mi flujo en la espera, casi
siempre inútil, de tú regreso.
Enhorabuena a la autora.
ResponderEliminarBellísimo!!!!
Gracias amiga, viniendo de tí es todo un honor.
ResponderEliminarFelicidades a la autora. Buenos comienzos en el difícil arte de ecribir. Saludos.
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