¡ Dónde te fuiste corazón !
siento oquedad de dolor en tu lugar,
sino escucho tu susurrante pálpito
que me transmitía la alegría, la sorpresa incluso la
pena
incapaz, de sentir nada sin tí
sólo dolor encadenado a mi existir.
¡ Dónde te fuiste corazón !
que no encuentro ni el motivo ni la razón,
para saber dónde buscarte.
Momento rápido, fulminante como rayo de tormenta
cuya luz pierde su inherente calidez
transformándose en arma cegadora que destroza.
¡ Dónde te fuiste corazón !
mi alma sin ti, está rota.
No comprendo de que forma, la vida dotada
de una insensibilidad manifiesta, continua.
¡ Dónde estés corazón !
tus razones imperceptibles
para quién no puso sangre de su sangre,
me demanda seguir adelante y lo hago con inercia
porque nadie sabe domar a este mundo inquieto
ni controlar sus caprichosos devaneos con el futuro
incierto.
¡ Dónde estés corazón !
espero que en algún recodo del camino
encontremos el sentido a esta vida sin reparos
que quiso separarnos.
¡ Dónde estés corazón !
siento tu imagen grabada en mi piel, en mis huellas, en mi
cabeza, en mis luces,
en mis sombras y en mis recuerdos.
¡ Te encontré corazón !
siempre... en el mejor de mis pensamientos.