Te gustaba pasarte el chal de transparencias entre un hombro
y tus pechos que sonreían tras las proposiciones indecentes y mágicas del
tejido y , todo esto, lo hacías rodeada del silencio de la noche que apenas
comenzaba. Así te recuerdo...en una calma, mezcla de extenuación y de deseo
renovado....
No hay comentarios:
Publicar un comentario