LA NOCHE DE SAN JUAN
Recuerdos de una noche de San Juan que siempre me vuelven a emocionar al leerla
Carta a una mujer
extraviada…
Huelva, Junio de 2.009
Donde quiera que estés quiero
recordarte como te conocí, fue una
mañana de finales de Otoño, charlamos
sin prisas entre las paredes, extrañamente decoradas de un módulo de
comunicación yo, buscándote, había atravesado en silencio los muros de ese
otro mundo que es un Centro Penitenciario… Ya conoces mi frase adoptada… “Hay otros mundos, pero están en este…”
Después de hablar durante más de una hora en
una soledad cercana y compartida, comencé una entrevista que me resultaría
absolutamente emotiva y lo hice con esta frase… “Llegamos hoy a un ÚLTIMO CAFÉ muy especial…
hoy vamos a degustar su aroma tras los muros del Centro Penitenciario de
Huelva… Hoy, el humo de las tazas no me
impide poder mirar a los ojos,
profundamente claros, casi ahogados en un mar de melancolías, pero abiertamente
cálidos, de la mujer que tengo sentada ante mí…”
Pasaron desde aquella mañana fría y
soleada, hasta que te volví a ver, 1
año, 5 meses, 3 semanas y 1 día con
todas sus noches completas. … De este
día recuerdo un abrazo cálido, lleno de cercanía y como te escuché, por última vez, mientras decías… ”Yo solo estoy enamorada de la libertad…”
Desde esa despedida, y hasta la noche de San
Juan, volvieron a pasar 1 mes, 2 semanas y 1 día, con todas sus noches a
cuestas…
Quiero recordarte, estés donde estés, algunas de tus respuestas… Me dijiste que de la vida esperabas “paz
y serenidad…” Del amor
fraterno “Que
si los piratas lo conociesen
abandonarían la búsqueda de las riquezas para tratar de encontrarlo…” y que el día en que la puerta de la cárcel se cerrase tras de ti sería… “como
si nacieses de nuevo acompañada de sueños diferentes…”
Respirabas libertad, creo
que tu celda estaba llena de esos sueños intangibles… Y llegamos
al amor… cerraste los ojos, los entornaste, guardaste silencio y me dijiste “El amor es un poder que pocos
conocen, un poder oculto, pero que si crees en el… hoy lo soñarás, mañana lo verás
posible y después será una realidad…” Esa
posibilidad te hacía feliz… Porque ya
sabes…. Solo estabas enamorada de la libertad…
Me dijiste que habías cambiado para
mejor, te pregunté como convivían en ti los sueños y las ilusiones con la
triste realidad de la cárcel… Pusiste un
ejemplo y me decías…
“Que aunque solo comieses pan y cebolla, lo harías sin llorar y creyendo
que era un manjar, porque eso te permitiría vivir para llegar al mañana y poder
comer un verdadero manjar
Hablamos de la luna… Lo recuerdas…? esa amiga, invisible desde
tu celda, compañera de tantas noches tristemente
eternas y me dijiste… “Que
esperabas pudiese iluminar el oscuro y triste corazón de los que están solos…” 1 año, 7 meses, 1 semana y 2 días
después, acompañados de todas sus noches de insomnio, saliste de tus
cuatro mismas paredes, era la noche de San Juan, la noche mágica de los Dioses
del fuego, la luna era un gajo de limón, tu corazón estaba lleno de sueños y
tus ojos de horizontes sin barreras…
Una salida programada, nunca sabré si tu
también habías programa marcharte, pero si no lo habías hecho, lo hiciste… Te fuiste en silencio, cercana a ese mar
con cuyo rumor habías acunado tantos sueños, envuelta por y con su sonido, los
pies, seguramente descalzos, sobre la arena iluminada por las hogueras… Te marchaste con tu alma a cuestas, tus
sentimientos en la mochila y la vista seguramente empañada por el humo y las
lágrimas…
Quién puede comprenderte ni
buscar explicaciones dentro de un alma solitaria…?
Que sepas encontrarte a ti misma mujer…
2 comentarios:
Me alegra volver a leerte. No es posible más sensibilidad y más poesia que la que derramas en esta carta. Enhorabuena amigo. Regreso para quedarme. Besos
Siempre eres bien recibida Cristina. Gracias por apreciar mi entrega en esa carta tan especial. Sin tu sensibilidad no lo habrías percibido amiga. Besos
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