UN PASEO POR LA OSCURIDAD
Hace unos años, en mi atapa como alumno del Aula de la Experiencia y mi pertenencia a UNIRADIO, se celebró en nuestra Universidad una jornada patrocinada por la ONCE, me pidieron que viviese la experiencia de caminar con un antifaz y que luego la plasmase en un artículo, que se estrenó en Uniradio, para luego ser difundido por la cadena de medios de comunicación de la propia ONCE, lo titulé UN PASEO POR LA OSCURIDAD y al cabo de unos años os dejo lo que me supuso una experiencia muy enriquecedora.
UN PASEO POR LA OSCURIDAD
La primera palabra que vino a mi mente cuando el antifaz con el
logotipo de ONCE cubrió mis ojos, dejándome
varado en un mundo de oscuridad, fue DESCONCIERTO, y la primera sensación experimentada,
la de una PROFUNDA SOLEDAD. De pronto se
me paró el mundo… desaparecieron los
colores, las luces, las formas… a la vez que se agudizaban mis oídos y mi
atención. Me sentí lleno de desamparo,
incapaz de moverme, quería orientarme y a la vez
empaparme de las sensaciones de flotar entre tinieblas… que difícil
equilibrio.
Lógicamente no veía, pero curiosamente
escuchaba las conversaciones de quienes me observaban varios metros fuera del
circuito y en las que antes no había reparado… Mis
sentidos jugaban al cambio de roles…
Comencé torpemente a caminar mientras golpeaba en círculo con el bastón desde
la pared que, a mi izquierda, me servía de referencia hasta los márgenes del bordillo de la derecha…
Fue entonces cuando decidí hacer amistad con los golpes sonoros
del bastón sobre el pavimento, acompasarme y acompañarlos, sentí que el bastón…
que extraño MI BASTÓN… era un nuevo
amigo…. HOLA BASTÓN, SOY DIEGO, TU
NUEVO AMIGO… Y él me contestaba
armonioso… toc… toc… toc… y me sentía
protegido, acompañado, estableciendo un cordón umbilical entre él y mis
sentidos como un inesperado apéndice vital…
Pero cuanta indefensión Dios
mío, se acabaron las carreras, las prisas, se acabaron las formas de las nubes,
esas que tanta poesía llevan a mi alma, se acabaron los colores, se acabaron los perfiles… ¿Como saber que sonrisa está detrás de cada
voz que escucho…? ¿Y como
saber como mira esa voz que llena mis sentidos…? ¿Como
se amará lo material desde la oscuridad…?
Diego deberás recordar siempre esta experiencia aunque
vuelvas a vivir entre luces… Te repito…
Recuérdala.
Cambié de amigo, dejé MI BASTÓN y me
presentaron, caramba solo recuerdo llamarle BONITO, un perro guía, mi nuevo
amigo, otro amigo, dos en una
mañana… y yo que, hasta hoy, no solía congeniar con los perros, habré
tocado máximo 3 ó 4 en mi vida, sentí que era mi vínculo con el mundo que me
rodeaba, con mi nuevo mundo. VAMOS
BONITO… caminaba y sentía su calor pegado a mi pierna izquierda, llegamos a la
escalera… me la indicó, siguió la bajada en rampa, las esquinas, las farolas,
los obstáculos. VAMOS BONITO… notaba,
como nunca antes lo había notado, un
calor nuevo, diferente a todos los calores anteriores pegado a mí… o mejor yo
pegado a su piel esponjosa y
algodonada… VAMOS BONITO… Me fui sintiendo seguro, acompañado, me llevaba con rapidez, me fui abandonando a
su compañía… cuando llegamos hasta el paso de peatones, donde
finalizaba el circuito y me quité el antifaz, la explosión de claridad que cegó mis ojos (comprendí esa palabra
mejor que nunca…) me dio la oportunidad
de acariciar a mi nuevo AMIGO al que había llamado BONITO con una ternura
inimaginable en mí hacia los perros solamente unos instantes antes...
Rebobiné, habían sido unos minutos llenos
de sensaciones distintas a las mal llamadas habituales sensaciones que no sabía
ordenar. Y, que más tarde, en la
calma de mi reflexión, entendí que había comenzado a comprender como se puede sentir
por la voz, acariciar por los sonidos, amar por las sensaciones y VIVIR DESDE LA OSCURIDAD…
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