lunes, 2 de abril de 2018

WILLIAM MARTIN 1

Estamos en el mes en el que se cumplen 75 años de la aparición del cadaver del mayor William Martin en la playa de La mata negra, os dejo parte del capítulo que dedico a ese momento en mi libro sobre "El hombre que nunca existió".
CAPÍTULO 16.- DE LA MAÑANA DEL VIERNES 30 DE ABRIL AL MEDIODÍA DEL DOMINGO 2 DE MAYO DE 1943.

La expectación que la llegada del cadáver hasta la playa despertó entre los pocos habitantes de los chozos, familiares de los pescadores, fue extraordinaria, imagínese un acontecimiento de esta índole en un lugar donde los días y las noches se sucedían sin más alteraciones que la mayor o menor abundancia de la pesca.
El suceso se comunicó al destacamento de la guardia civil en Punta Umbría que, al tratarse de un ahogado, lo comunicó a la Comandancia de Marina de Huelva para que una autoridad militar procediese al levantamiento del cadáver. Hasta el Portil se desplazó en la canoa al servicio de la Comandancia, el responsable, teniente de navío Mariano Pascual del Pobil Bensusan, que una vez efectuados los trámites legales autorizó dicho levantamiento y su traslado hasta Huelva. Para certificar la defunción se desplazó, igualmente, el Doctor D. Eduardo Fernández del Tormo que posteriormente efectuaría la autopsia del ahogado. Como posiblemente conozcan los naturales de esta zona, la playa de El Portil o La Bota, actualmente más conocido como el Cruce, dista de Punta Umbría unos ocho kilómetros que recorrieron los restos del mayor Martín a lomos de un burro hasta entregarlo, dada su condición de militar, al destacamento de Infantería con base en la citada Punta donde pasó el resto de la jornada del viernes 30 de Abril de 1943.
En la mañana del día siguiente y una vez realizados los trámites burocráticos que permitían el traslado de los restos, estos fueron llevados al muelle de Punta Umbría para su embarque a Huelva en la canoa que hacía el servicio regular entre ambas poblaciones, de nombre “Rápido”, propiedad del célebre Pascasio, durante años y años fue el empresario encargado de comunicarlas cuando la carretera Huelva-Punta era una entelequia y la marítima la única vía posible de unión entre ambas localidades. El traslado se hizo bajo la responsabilidad del Comandante de puesto de la guardia civil, acompañado de dos números más y del pasaje habitual que utilizaba este medio para sus desplazamientos a la capital.
Seguirá en días sucesivos...

2 comentarios:

Blogger Sandra Figueroa ha dicho...

Paso como siempre a leer y dejarte mis saludos a la distancia.

3 de abril de 2018, 8:00  
Blogger Del Rosa Al Amarillo ha dicho...

Mi alegría por leerte amiga. Un abrazo hasta México.

3 de abril de 2018, 14:06  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio