jueves, 7 de junio de 2018

MARÍA JOSÉ LEBLIC

Que las noches de los jueves son especiales en el 1900 es cosa sabida, pero que esta noche una querida amiga que presentaba sus poemas, hiciese un paréntesis para leer uno especialmente dedicado a mí me ha emocionado.
Gracias Maria José Leblic RuizdeAlarcón.


A DIEGO LOPA, CON TODO MI AMOR, PARA UN AMIGO PARA MÍ MUY ESPECIAL

Tu sonrisa inspiradora llegó a mí como un hechizo celeste en el tiempo.
Surgió la amistad que embelleciste con oro fino, anidando con tu presencia y ternura mis hojas de lectura.
Brillas en la vida haciendo mil favores cada día.
Contigo se caen los muros y aparecen amapolas olorosas y rojas.
Hueles a sueños, a 39 colores.
Eres pulso. Eres luz. Eres voz sedienta de radio.
Eres genio en reposo de tumba en tierra húmeda de William.
Y tú naciste dos veces para deleitarnos con tu prosa y paseos por los más recónditos lugares de tu tierra.
Porque tú, Diego, tu eres Huelva.


María José Leblic

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