LAURA FROST

Mis seguidores del blog conoceis mi indisimulada admiración por Laura, os dejo este regalo en forma de microrrelato de título SIN PRISIONEROS. Que lo disfruteis.
Yo podría haberme cortado las manos y no haberle escrito. Y por supuesto, no haber elegido aquella camisa que mostraba sin enseñar. También podría no haber olvidado las gafas sobre su escritorio y, por supuesto, no haber vuelto a recogerlas. Debería no haber insinuado que sus ojos (los que siempre parecen haber estado llorando) decían más cosas de las que ocultaban, y que su cuerpo me había hablado desde antes que nuestro pasado fuera escrito. Debí elegir el camino que me alejara de su olor y no haberme abierto las venas en canal por todos sus silencios. Ahora que lo pienso (yo soy mucho de pensar para mi desgracia), debí perder aquella batalla y también la guerra. Al final, porque los finales siempre llegan, incluso se precipitan, él no tuvo elección y se enamoró. Sin embargo, para mí ya era demasiado tarde.