HOJAS SUELTAS. LOS ANUNCIOS
Retomo mis HOJAS SUELTAS, recuerdos de mi infancia agrandados por el paso del tiempo, que os entrego desde mis más íntimas emociones
XIV.- LOS ANUNCIOS
Los
anuncios… Que conjuntada y sonora
exclamación!! Que palmotear
alborozado!! Eran los
anuncios. El más gratuito e ilusionado
de nuestros juegos infantiles.
Hace años, cuando
aún no existía la sofisticada publicidad que hoy nos invade, los descansos del
cine se aprovechaban para colocar unos cartelones llenos de reclamos y llenos
también de la ingenuidad de época.
A veces, la sombra de la mano que
los colocaba en pantalla, aparecía antes que el letrero y recibía el sonoro
abucheo de la chiquillería que, apiñados en las primeras filas, jugábamos a los
anuncios, juego lleno de ilusión en el que alternativamente correspondía lo que
aparecía dibujado a cada uno de los
bandos participantes…
Ahora uno de
bicicletas…. (ovación cerrada…)
Luego uno de
calzados… (ligeros murmullos…)
Más tarde otro de
seguros... (sonoro abucheo…)
Se alternaban y
confundían los aplausos de los beneficiados con el pataleo de aquellos a
quienes no correspondían los anuncios favoritos: Los bombones de Buen Gusto… las bicicletas de Gaytán… los juguetes de Regior… los manjares de la Montañesa… los caramelos de la Popular…
Que interminables
segundos cuando la pantalla en negro presagiaba el nuevo luminoso… siempre con
el temor… o el deseo, según tocara, de que fueran a aparecer Tejidos Barrera, hipofosfitos Salud, tintorería Larios, Ceregumil y, sobre todos, el más odiado, uno
lleno de letras y números de teléfono que anunciaba el nombre más aborrecido
por los entusiasmados jugadores: Gestoría Ofiteme, siempre a su servicio…
2 comentarios:
Encantador Diego, sigue colgando tus trabajos por favor, no nos dejes a seguidoras desde los inicios de Uniradio.
Un abrazo
Gracias Amaya, lo haré. Un abrazo.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio