HOJAS SUELTAS. LAS CARRETAS
1.- LAS CARRETAS
Es víspera
de Rocío y mañana con los primeros
claros saldrán las carretas, yo –como cada año- he dormido en casa de la
abuela, ha sido una noche larga y distinta, con la intranquila espera de los
primeros cohetes que anuncien la misa de romeros. Cuando han comenzado a sonar y he podido
escapar de las recomendaciones de la abuela, he salido corriendo hasta la
cercana Plaza de la Merced, toda llena de bullicio, de jinetes y de la fantasía
artesana de las carretas.
En esta
mañana bullanguera de Mayo, todo tiene un color distinto y mis ojos, llenos de
luz, saborean la libertad de estos momentos buscando en nutrida compañía, las
caras conocidas de otros críos que van de jinetes: El
hijo del panadero, Luisito, los del puesto de la carne…
Y, sobre
todo, buscamos la carreta de los maricas y con toda la malicia infantil, vamos
tras ella hasta la Placeta, lanzándole
duros balines de papel mascado con improvisados tiradores… luego en la esquina, junto al escaparate de
muebles Bravo, esperamos la carreta de la Virgen, nos santiguamos pidiéndole
algo inconcreto y regresamos en apresurado tropel, calle San José abajo, hasta
el colegio que también esta mañana será distinto…
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