sábado, 17 de noviembre de 2018

NIÑO MIGUEL EN LOS VERSOS DE ALFONSO PEDRO

Mi querido amigo Alfonso Pedro, escritor de cercanía, llena sus versos de recuerdos hacia EL NIÑO MIGUEL, guitarrista, genio descarriado que se perdió por el camino equivocado y nos privó muy pronto de su arte. Sumo mi homenaje compartiendo sus versos hacia uno de lo grandes que tantas veces me deleitó con sus acordes.



ODA AL NIÑO MIGUEL

Por entre las calles de la vieja Onuba,
entre sones tristes de la vieja Cuba
o por soleares, rumbas y fandangos
hechos con dulzura y con arrebato
el niño Miguel paseaba su duda,
paseaba tres cuerdas y paseaba el genio;
paseaba la vida, locura y cordura.
Su fiel escenario fue la calle entera;
su fiel auditorio fueron las aceras,
farolas y perros, la ciudad entera,
tantas madrugadas ¡y tantas sirenas!
Lejos de tablaos y de escenarios,
lejos de los focos, de palmas a diario
y entre su gente su cante navega,
cante y toque añejo pa’ aliviar las penas.
Silencio, señores, suena una guitarra,
coja y malherida, pero aún serena.
Silencio, señores, que llega la savia,
que llega la esencia de don Miguel Vega.
Un manojito de versos y un racimo de arpegios
se unieron al llanto, al pasar su féretro,
de toda su gente, de toda su Onuba,
ciudad más sabia y noble por destreza suya.
Ahora Miguel toca en los altos campos
de las nubes blancas con su guitarra de soles.
Y Junto al de Lucía ponen sonrisa en el cielo,
un fandango, una malagueña, cuatro soleares
y toda la armonía.


Alfonso Pedro

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