TRISTEZAS DE LA VIDA
Esta mañana el timbre de mi teléfono me trajo malas noticias por partida doble y a la vez De una parte, mi amiga Angelines había sido asesinada anoche, en su propia casa de Madrid, por unos asaltantes que hirieron fisicamente a su hijo y en el alma a Ramón, su marido. Habíamos estado juntos en la pasada fería de Sevilla y habíamos quedado el próximo 3 de agosto en Huelva para ver juntos la corrida de José Tomás y Morante de la Puebla. Esa es la vida, la misma que nos hace infravalorar muchas cosas hasta que suceden estas tragedias.
Sin tiempo de colgar el teléfono me comunicaban la muerte por un infarto de mi querido amigo Manuel Enrique Seijas. He querido escribirle estas lineas como homenaje a tantas vivencias juntos.
"Hay
noticias que son como mazazos en el corazón. El fallecimiento de mi
amigo Manuel Enrique Seijas, para mí sencIllamente Manolo, ha sido una de
esas puñaladas traperas que la vida te reserva en cualquier esquina.
El pasado 24 de marzo estuvimos juntos comiendo en Granada, nos
intercambiamos nuestros libros y nuestros buenos deseos, hablamos de los
años en que nos conocimos y de como hoy ya éramos abuelos. De hecho hace unos días en este mismo grupo le recordaba
nuestra canción himno de aquellos años "Cerezo Rosa".
Pasé mi
adolescencia en su casa, los guateques, los partidos del Racing en el
Velódromo, los bailes de disfraces, Don Benito y Nina, sus padres
acogiendo a una tropa de adolescentes cada día en su casa de la calle
Palos, los discos RCA, las primeras miradas, los primeros amores y siempre, como seña de identidad, Pérez Prado y su "Cerezo rosa".
No sé que más añadir, un dolor profundo me embarga porque con Manolo se
van muchos recuerdos, muchos sueños y muchas aventuras por el Conquero,
el Callejón Magdaleno, las pelis en el Cinema Park frente a su casa, mi
primera cerveza juntos en La Copa, los baños en la playa de La Gilda,
las Colombinas en el muelle y los partidos de fútbol del campeonato de
banca... Tantas y tantas páginas que quiero resumirlas en un cerrrar
los ojos a las lágrimas que pugnan por salir y decirte que fuiste mi
primer gran amigo, ese amigo de los 15 años que, como el primer amor,
nunca se olvida.
Para que sonrías desde el cielo te cuelgo esta foto
de aquellos años en nuestra segunda casa: La Palmera juntos con Gonzalo y
Alberto Martín (a quién ya habrás saludado hoy).
Manolo, amigo, compañero, hermano TE QUIERO. Cuídate mucho en tu nueva vida y no nos olvides, nosotros no lo haremos.".
Descansen en paz Manuel Enrique y Angelines.
El pasado 24 de marzo estuvimos juntos comiendo en Granada, nos intercambiamos nuestros libros y nuestros buenos deseos, hablamos de los años en que nos conocimos y de como hoy ya éramos abuelos. De hecho hace unos días en este mismo grupo le recordaba nuestra canción himno de aquellos años "Cerezo Rosa".
Pasé mi adolescencia en su casa, los guateques, los partidos del Racing en el Velódromo, los bailes de disfraces, Don Benito y Nina, sus padres acogiendo a una tropa de adolescentes cada día en su casa de la calle Palos, los discos RCA, las primeras miradas, los primeros amores y siempre, como seña de identidad, Pérez Prado y su "Cerezo rosa".
No sé que más añadir, un dolor profundo me embarga porque con Manolo se van muchos recuerdos, muchos sueños y muchas aventuras por el Conquero, el Callejón Magdaleno, las pelis en el Cinema Park frente a su casa, mi primera cerveza juntos en La Copa, los baños en la playa de La Gilda, las Colombinas en el muelle y los partidos de fútbol del campeonato de banca... Tantas y tantas páginas que quiero resumirlas en un cerrrar los ojos a las lágrimas que pugnan por salir y decirte que fuiste mi primer gran amigo, ese amigo de los 15 años que, como el primer amor, nunca se olvida.
Para que sonrías desde el cielo te cuelgo esta foto de aquellos años en nuestra segunda casa: La Palmera juntos con Gonzalo y Alberto Martín (a quién ya habrás saludado hoy).
Manolo, amigo, compañero, hermano TE QUIERO. Cuídate mucho en tu nueva vida y no nos olvides, nosotros no lo haremos.".
Descansen en paz Manuel Enrique y Angelines.
entrada de Del Rosa Al Amarillo a las 14:36
8 comentarios:
Lo siento, Diego. La pérdida de un amigo es siempre tan dolorosa... Un abrazo. Aurora.
Gracias amiga Aurora, la verdad es que ha sido un mazazo el comienzo de la semana.
Un abrazo
Hola Diego, que tristes noticias... Cuando un amigo se duele en el alma su partida.....Cuando a nuestros amigos les sucede alguna tragedia, tambien nos duele mucho.... La vida es asi amigo Diego. Hoy te leo y mi alma se entristece...A la distancia, estoy contigo. Cuidate mucho.
Gracias amiga Sandra. La vida sigue y nos enseña lo frágil que es.
Un abrazo
Lo he conocido. Enrique es corazón,es bondad,es laboriosidad, es amistad y es integridad. No se puede imaginar como lloramos en Granada su pérdida.Yo he tenido el privilegio de conocerlo y el honor de tener su obra. Enrique no ha muerto; no nos resignamos. Siempre estará con nosotros.
Gracias por tu comentario.Lo suscribo totalmente.
Un saludo
Descanse en Paz. Fue un gran hombre y un enamorado de su tierra.
Onubense, en nombre de mi amigo Manuel Enrique, gracias.
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