COLABORACIONES EN ROSA Y AMARILLO
Mi querida amiga la poetisa asturiana AURORA GARCÍA RIVAS, me permite publicar su narración titulada EL OLVIDO, como todas las suyas un compendio de sutileza y llena de esa especial delicadeza que pone en todos sus escritos dentro de su blog TIEMPO DE CALÉNDULAS. Un placer para mí y un honor para mi blog que Aurora nos haga estos regalos. Gracias amiga.
EL OLVIDO
Hace cinco años que se ahogó en esta playa. Desde entonces,
vengo cada tarde, me siento en la misma roca, miro al mar y lloro. Hace cinco
años, regresaba a casa sin poder contener mis lágrimas. Era inútil ofrecerme
nada para merendar. Nunca volvería a sentir hambre.
Me proponía no ir a la playa, pero la tarde siguiente,
inevitablemente, volvía. Me sentaba en el misma roca y lloraba contraída de
dolor. Regresaba a casa sin alivio, pensando sólo en volver al día siguiente y
sentarme en el mismo lugar, llorar sin tregua, recordar sin consuelo.
Hace tres años, me sentaba, contemplaba el mar, sentía lástima de
mí, lloraba con cierta melancolía placentera, secaba mis
lágrimas y, al llegar a casa, tomaba un café bien cargado que me reanimaba.
Hace dos años, iba en busca de mis lágrimas. Conseguía
provocarlas pensando en mi tristeza. De todas formas, podía llorar a gusto, en
casa me esperaba un café bien cargado. Era delicioso sentir cómo me recuperaba.
Hace un año que conseguí que las lágrimas acudan solas,
puntuales. Lloro y me gusta. Digo que me consuela, pero la verdad es que lloro
por puro placer. Además, en casa, me prepararé un café bien cargado con algo
más. Me gusta este ritual de sentarme delante de la taza humeante, aliviada ya
de mi carga de lágrimas; me gusta saborear un pastel, lentamente, con voluptuoso
deleite mientras escucho el sonido metálico de la cucharilla removiendo el
café.
Hace algunos meses que
dejo mis lágrimas resbalar hasta la arena. Forman unos hoyos oscuros y
pequeños. Me agrada este llanto fácil que me hace cosquillas en la garganta. Al
marcharme, cuando doblo el primer recodo del camino, sólo pienso en que, cuando
llegue a casa, me tomaré un café bien cargado con un riquísimo pastel de
almendras.
Aurora G. Rivas
Aurora G. Rivas
7 comentarios:
Diego, es un maravilloso relato de una esritora a la que admiro como poeta y narradora Aurora García Rivas. La sigo en su blog y este texto ya lo conocía pero es una excelente ocasión para volverlo a disfrutar de su literatura.
Un abrazo
Muchas gracias, Diego, es un placer y un honor colaborar contigo. Un abrazo,
Y, en otro orden de cosas, Felicidad, tú sí eres una excelente narradora, yo también sigo tu blog, tan sugerente siempre, con relatos tan vivos, tan sencillos y, al mismo tiempo, tan cargados de humanidad.
Como a otras escritoras, os he encontrado gracias a la gentileza de Diego al que agradezco profundamente su bondad y su atención. Un abrazo para todos.
Los piropos mutuos nos son comerciales. Son la expresión de admiración recíproca de dos grandes escritoras que me hacen el inmenso honor de compartir mi amistad.
Un abrazo para las dos.
Hermoso relato Aurora. Un aciero de Diego al compartirlo. Para él mi saludo más afectuoso.
Hola Diego, bello relato el que compartes. El 27 de Nov, en cafePoetas, se publico uno de tus sueños Diego. Un placer leerlo y leerte. Cuidate.
Gracias Sandra. Ya ves que los sueños todos se han publicado esta misma semana.
Puedes añadirlo si lo deseas a mis publicaciones o al propio sueño. Te agradezco que me des a conocer en un blog de la categoría del tuyo, no sabes las entradas que me facilita desde todo el mundo.
Besos Sandra amiga.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio