COLABORACIONES
He solicitado a mi buena amiga MARÍA JOSÉ LEBLIC que colabore a su medida en mi blog, la sencillez poética de su escritura hace que sus palabras lleguen antes al corazón y a los sentimientos que al cerebro. Eso es lo que más me gusta de sus trabajos.
Con fecha 30 de marzo ya publiqué en el blog un precioso artículo (podeis leerlo) que me dedicaba con motivo de la levantá de su Virgen del Valle. En este de hoy, que acompaño de una fotografía del amigo JORGE LÁZARO, excecional fotógrafo, nos pasea de su mano por los recovecos más íntimos de sus recuerdos de niñez.
Gracias María José
PRESENTE
Me aprieto
las sienes intentando recordar que hice ayer, dónde fui, con quién hablé, qué
comí…
Al minuto fluye mi memoria y lo recuerdo; sin embargo
mi mente se traslada a la infancia y lo veo todo nítido, mis recuerdos recorren
toda esa etapa como si hubieran pasado horas. Y juego al teje, a las tiendas, a
la comba, a los cromos:
- Te cambio
este cromo por la estampa de Marisol.
El colegio acaparaba todo el día, las meriendas se
acompañaban de números e historia en forma de cuaderno de hojas cuadriculares.
Terminado los deberes es cuando podía salir un rato a la calle para jugar con
mis amiguitas. Y al atardecer escuchaba el sonido interminable de una voz dulce
que iba tomando fuerza en el trayecto de su recorrido
Alguna vez tuvo que bajar mi hermano por mí, cuando ya
mi madre se quedaba ronca. Una lavada de manos, una cena rápida y a la cama con
el rumor de “Ustedes son formidables” Esa radio grande que tantas noches nos
bailaba el oído y la fantasía. Después con los años llegaría la televisión en
blanco y negro que nos dejaría atónitos, pasmados frente a ella.
La infancia, la despreocupación eterna en mi caso,
aunque también recuerdo que algunas veces tenía hambre.
Las almohadas hacían de columpio entre cama y cama, entonces
era cuando llegaba Juan XXIII y le cantaba una canción, seguido de un
Padrenuestro.
La infancia que muere en segundos, para dar paso a una
juventud que muere aún más deprisa, que se debilita con los años, que te golpea
en cada estación de primavera para llevarte al otoño continuado...
-La verdad, no recuerdo que hice
ayer...
4 comentarios:
Exquisito trabajo, como nos tiene acostumbrados!
Abrazo azul desde mi playa de versos que espera...
Gracias por tu visita Algamarina, el mérito es de mi amiga María José.
Hasta tu Buenos Aires amado te envío mi saludo cercano desde la orilla Colombina de Huelva.
Un abrazo.
Como siempre un gusto exquisito en elegir tus colaboraciones.
Mi saludo más cálido.
Gracias por tu visita Amaya, siempre puntual y exquisita.
Un abrazo
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