LOS PUENTES DE MADISON
Francesca (Meryl Streep) es un ama de casa que un día abandonó sus sueños para cuidar de su marido y de su familia en una granja del pequeño condado de Madison, la llegada de un fotógrafo de National Geographic, Robert (Clint Eastwood), durante unos días en que su familia está fuera, le abrirá los ojos y el corazón a un mundo enterrado en años de rutina y le hará aflorar sentimientos escondidos que entrarán en conflicto con la persona que ha sido hasta ese momento.
Es un melodrama con el silencio como principal excusa. No hay acción y, sin embargo, la pasión empapa la pantalla con cada palabra sin pronunciar o con cada mirada perdida. Hay una escena que resume toda la sutilidad embriagadora de la película: "El duro Robert llora de amor bajo la lluvia mientras la mano de Francesca duda si abrir la puerta a una nueva vida...".

"No se si voy a poder hacerlo... ¿El qué...? Intentar concentrar toda mi vida entre hoy y el viernes..."
"Por un momento no supe donde estaba. Y por un instante pensé que él no me quería. Que le era fácil dejarme... Que equivocada estaba..."
"Pensé que él había estado allí solo unos momentos antes. Estaba tumbada, donde el agua se había deslizado por todo su cuerpo. Y me pareció intensamente erótico. Casi todo lo relacionado con Robert había empezado a parecerme erótico..."
"No quiero necesitarte. ¿Por qué...?. ¿Que por qué...? Porque no puedo tenerte."
"El amor no obedece a nuestras esperanzas, su misterio es puro y absoluto..."
"Creo que los lugares en que he estado y las fotos que he hecho durante toda mi vida me han estado conduciendo hacia tí..."
Yo resumiría esta hermosa historia diciendo que los dos tuvieron la suerte de poder conocer ese gran amor imposible. Un amor que sabes, con toda certeza, va a ser el único verdadero en tu vida.
Pienso que las mujeres que han tenido la suerte de pasear por su particular Puente de Madison, nunca olvidarán al fotógrafo que un día les inmortalizó los vericuetos de su corazón...
Dedicado a todas las mujeres que guardan, amorosamente abrazado por su memoria, un viejo paquete atado con cintas de colores donde atesoran los recuerdos que le sirvieron para levantar su propio PUENTE DE MADISON...
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