viernes, 30 de septiembre de 2016

FUNDACIÓN ZENOBIA-JUAN RAMÓN

miércoles, 28 de septiembre de 2016

EL PERFUME DEL AMOR


El Rincón choquero es una de las columnas habituales y más seguidas con las cosas de nuestra Huelva. Se publica en la edición digital del Diario de Huelva con la firma de Felix Camacho. Os dejo el enlace
http://rinconchoquero.diariodehuelva.es/index.php/item/335-antonia-maria-peralto-presenta-el-20-de-octubre-el-perfume-del-amor-su-primera-novela

sábado, 24 de septiembre de 2016

MAR DOMÍNGUEZ Y SU PARAISO BACUTA

Leo gustosamente en la paz sabatina, el recien pubicado poemario de mi amiga Mar Dominguez: "Paraiso Bacuta" y no me resisto a traerlo hasta del rosa al amarillo, con su debido permiso.  Hay un poema que me ha encantado especialmente :"Cementerio de Barcos".  Os lo dejo junto a la foto de otro amigo Pedro J. Ruiz-Constantino.
CEMENTERIO DE BARCOS

      - Mamá, ¿Por qué hay barcos rotos en la orilla?

         Cuando nacen los elefantes, les salen 4 muelas gigantes. Durante toda su vida van mudando esas muelas, se les caen igual que a ti. Pero les vuelven a salir hasta que son muy muy viejos. Cuando una muela se cae y ya no nace, el elefante se alimenta con tres muelas. Cuando se le cae la segunda, el animal ya sabe que está haciéndose viejo y come mucho más despacio con las dos que le quedan, pero cuando pierde la tercera…

         Ahí es cuando el elefante sabe que es viejo y que va a morir porque ya no podrá comer más, así que empieza  a caminar para morir tranquilo, camina con su único molar hasta que encuentra el sitio.

-          ¿Y como sabe cual es su sitio?

           - Porque siente paz y no le da miedo morir. Sabe que ha encontrado el sitio más  bello,  su lugar en el mundo y quiere permanecer en él para siempre. Esos barcos también buscaron su lugar.

martes, 20 de septiembre de 2016

EL PERFUME DEL AMOR


Un placer anunciar publicamente que en un mes, exactamente el jueves 20 de octubre a las 20 horas en el Salón Rojo de la Casa Colón, de la mano de Editorial Niebla, tendré el placer de presentar la primera novela de la pintora y ceramista Antonia María Peralto que comienza con este PERFUME DEL AMOR su andadura en el camino de las letras. Me acompañarán el cocinero Xanty Elías, reciente estrella Michelín, dados los aromas culinarios que, entre otros, orientan los amores de la novela, las prologuistas Carmen Palanco y María Luisa Domínguez y cerrará el cantautor Nicolás Capelo.

Tendréis puntual información del evento, pero avisados estáis para que la fecha quede reservada en vuestras agendas. Jueves 20 de octubre a las 20 horas en la Casa Colón.

lunes, 19 de septiembre de 2016

UNA SEMANA APROVECHADA

Una semana aque comenzó el martes en el combinado poético de una querida amiga Carmen Palanco en unión de Juan Antonio Guzmán en la Sala José Caballero de Punta Umbría. Una gozada rebosante de poemas.

El jueves la siempre sorprendente puesta en escena de la última exposición fotográfica de un querido amigo, Adolfo Morales,  en Petit Café de Huelva. Recomendable su visita

Con el viernes llegamos a la presentación de poemario de Nicolás Capelo, DANDO LA NOTA que yo mismo había prologado. Fue en el Centro de Arte Harina de otro Costal en Trigueros. Una noche magnífica y mágica, cerrada con un concierto para presentar parte del nuevo trabajo discográfico de Nicolás.
Y como cierre, esta misma noche de domingo en el Casino Minero de Corrales, en la presentación de la Asociación Amigos de los Casinos. Una interesante propuesta de recuperación de estos viejos refugios de la cultura y el ocio.
Lo dicho, una semana más que aprovechada mientras alternaba la preparación de los primeros programas de Huelva TV para mis CARAS DE HUELVA que comienzan agrabarse esta semana recien comenzada. Feliz de mi energía y ganas de empapar cultura y de acompañar amigos en este mágico mundo del arte y la comunicación.

sábado, 17 de septiembre de 2016

FIBRONUBA HUELVA

Anoche en el Centro de Arte Harina de otro Costal, durante la presentación del libro de Nicolás Capelo, la Asociación FibrOnuba Huelva me hizo entrega de la pulsera verde que acredita mi simpatía por el movimiento y que llevo colocada como prueba de mi apoyo.
En la foto me acompañan mi querido amigo Juan José Oña y Yoly Yeo de la Asociación.

martes, 13 de septiembre de 2016

DANDO LA NOTA

Este próximo viernes16 a las 20 horas en el Centro de Arte Harina de otro Costal en Trigueros mi querido amigo Nicolás Capelo, presenta su opera prima literaria DANDO LA NOTA a la vez que adelanta algunos temas de su próximo trabajo discográfico.
Estará arropado por tanta gente del arte y con arte que merecerá la pena asistir.
Me ha hecho el honor de prologar la publicación y, para completar, me encargaré de presentarlo a tantos amigos que, sin duda, lo acompañarán en un día grande.
Os dejo la visita que me hizo en mi programa de Huelva Tv LAS CARAS DE HUELVA en un recorrido por la ciudad de los años 50/60 en postales coloreadas.


 http://huelvatv.com/2016/05/20/invitado-nicolas-capelo/

martes, 6 de septiembre de 2016

SUEÑO EN COLOR MELOCOTÓN

Os dejo la publicación de hoy mismo en la página MIS SUEÑOS EN 39 COLORES del libro del mismo título.
Son retazos de mi suelo en color MELOCOTÓN con fotografía de ADOLFO MORALES.
https://www.facebook.com/MisSuenosEn39Colores/?fref=ts


"Hoy, desde la cercana profundidad de mis ensoñaciones, quisiera
contaros como es la mujer que vive dentro de mi Sueño.
Es alta, esbelta, suave, aterciopelada, de color nácar, como
una Princesa en un reino de corales. Lo guarda todo y se guarda ella
misma, con celo mimoso, dentro de su concha esperando que alguien
la abra y le ofrezca su mano. Solo, a veces, las aguas marinas
de sus ojos, extrañamente brillantes en mil tonalidades diferentes,
destacan relucientes, con la sonrisa tierna de su mirada, al sentir el
calor de mi cercanía..."


"... Mientras nos besamos, mientras caminamos unidos en nuestro
paseo eterno por los bulevares de la pasión, le digo que esos
sentimientos tan confundidos, son realmente deseos de ser amada,
necesidad de ofrecer su pasión, ansias de entregarse y entregar ese
amor cada día. Sueños, ilusiones, fantasías que, a mi lado, su alma
ordena con la poesía exultante de los pinceles de la paleta, adornada
con 39 colores, que ilusionadamente le regalo.


Cuando la veo perdida en su mundo, tratando de colocar cada
color en su sitio a la vez que me sonríe, yo le tomo dulcemente
su mano de dedos largos y expresivos, llenos de vida, mientras le
pido…


“Cuéntame un cuento…”
“¿Cómo lo quieres…?”, me pregunta desde la palidez apasionada
de sus manos.
Yo, levanto mis ojos, sonrío a nuestra vieja bandera amarilla
y le susurro: “Cuéntame un cuento que no le hayas contado a nadie..."

lunes, 5 de septiembre de 2016

HOJAS SUELTAS. EL FARO DEL PICACHO

En www.mazagon.org se acaba de publicar otro de mis artículos correspondientes a mi trabajo HOJAS SUELTAS. En este caso "La torre del Picacho". Os dejo el enlace directo :http://mazagon.org/espacioliterario.htm


                        Algunas tardes, la tía María me permitía subir hasta la torre del faro.   Era este el momento más esperado del día,  desde que entraba en el silencio de la puerta que llevaba hasta la escalera de caracol, la fantasía adormecida en mi mente cobraba alas y se mezclaba con el característico olor a sombras y a humedad.


                       Todo allí me era familiar, las botellas de oxígeno, el sonido circular de mis pisadas sobre los peldaños metálicos y, sobre todo, el saberme en mi propio mundo, alejado –como casi siempre- de todo cuanto me rodeaba, cuando comenzaba a alcanzar la cúpula con un leve jadeo, cubierto de juventud, el abanico de la oscuridad se abría con la brisa multicolor de la luz, multiplicada en sus reflejos con los espejos del faro.

                      Cuantas tardes pasé sentado en el alto mirador del faro.                            Cuantos sueños…   Cuantas historias…    Cuantos momentos…   Cuantas vivencias…


                      Allí, acompañado de mi soledad, dejaba resbalar mis pupilas sobre la inmensa llanura líquida de océano, haciendo mío el inmenso abrazo, cálido y enrojecido, del infinito que ardía reventando en llamas.


                      Las alas de mi fantasía continuaban desplegadas sobre mi imaginación hasta que la voz, ronca y cansada, de la abuela me hacía sentir el frío del atardecer que acompañaba a mi miedo al regreso, miedo que nunca supe si se debía a la oscuridad de la bajada o a la vuelta al mundo de los mayores…

domingo, 4 de septiembre de 2016

CRÍTICA "LAS CARAS DE HUELVA"



Facebook me recuerda la publicación de esta crítica de mi libro efectuada por el escritor, académico y poeta Manuel Garrido Palacios y que incluye en su blog personal. Un honor para mí. Mil gracias.

Diego Lopa Garrocho LAS CARAS DE HUELVA.
Universidad de Huelva


En la calle Medio Almud, o Amado de Lázaro, paso entre San José, Independencia, Ginés Martín, Jacobo del Barco y Aragón, estaba la taberna de Carmelo y Claudina, padres del escritor Diego Lopa Garrocho. El local tenía su mostrador de madera, su viejo reloj de péndulo, una cabeza de toro disecada donada por el Litri, su patio cubierto por una enorme parra y un buen vino valorado por los paladares. Diego, aparte de lo dicho, la distingue de las otras del barrio: El Valle, El Treinta y uno, Sietenovias o El Túnel de Pavón porque, además de acudir gente modesta, como a todas, era lugar de tertulias de lo cultural, lo artístico y lo taurino a un tiempo. Limitaban el sitio por el Norte el cabezo de la tragedia, el Hospital de la Merced por el Este, la Vega por el Sur y la ciudad al otro lado. Por aquel ámbito se movían las figuras de Dolores la Papera, Pepa la de la Cebá, Paco Asunto, Zacarías el carbonero, Anacarte, Ana Limón, la Pineta, Hierro el del aguardiente, Ricardo el de los carros, Juana la Camisera, el Picúo, el Cano, el Cinini, el Cuartoquilo, el Miji, el Trabuco, el Pepico, el Juanini y los que de mayores fueron escritores, como Rafael Delgado, o periodistas, como Jesús Hermida o José María Segovia, o pintores de fama, como Seisdedos. Sobre este aire ha escrito Diego Lopa su hermoso libro: “Las caras de Huelva”.
Si es verdad que “la cara es el espejo del alma”, Diego Lopa ha querido poner rostro al escenario en el que se desarrolló su vida, dividiéndolo en secuencias o capítulos en los que salen de las sombras personajes que deambulaban por el olvido colectivo (Arturito, que rasgaba el aire de una ciudad por hacer con su vara, sus gritos y sus carreras, que las madres usaban para meter miedo a los niños, o el Nini, que nadie supo si tenía o no valor frente a un toro, pero que parecía desconocer el miedo). No en balde dice en el prólogo el Rector de la Universidad, Francisco José Martínez, que “las caras lo dicen todo, reflejan lo vivido, lo anhelado, lo sufrido, la felicidad, la aflicción, lo que se hereda con los genes”. Y es que las caras de este libro conforman la cara de la ciudad en la generación del autor; caras de personas, de monumentos, de calles, unas vivas, otras en la memoria común, todas resistiendo el duro embate del vendaval del olvido.
Diego Lopa escribe que ha visto crecer a Huelva a la par que él mismo, y deja resbalar su nostalgia al nombrar sus paisajes favoritos, esos que lo vieron tomar notas durante años para darlas ahora en estas páginas: “los atardeceres en el muelle del Tinto, los olores a brea y a salitre en la Glorieta, las Colombinas en el muelle, la Cinta y su feria, la Fuente Magna, la de las Naciones, el Titán, San Sebastián en su barrio, la llegada del primer Obispo, la venida de la Virgen de Fátíma, los partidos del Velódromo, los paseos ‘arrastra pies’ por la calle Concepción, los cines de verano, la Plaza de las Monjas, el Conquero, la sesión numerada del domingo en el Mora, en el Rábida, en el Gran Teatro, en el Oriente, la quiniela en el Buenavísta, la primera cerveza en La Copa, en El Tupi, las biznagas de jazmín, el vendedor de caballas, el de las sardinas: ¡Las llevo vivitas, del alba, de galeón!, las patatas fritas de la rubia, el kiosco de Manuel, la tienda de Baltasar, las sultanas del chato, el ver pasar los toreros en los coches de caballos, los tranvías amarillos, sin dejar atrás las calles adoquinadas donde se jugaba a piola, a las bolas o al fútbol con pelotas de trapo, calles en las que los vecinos se sentaban en las noches de verano para charlar bajo la bonanza del clima, ausentes de prisas…”, es decir, todo un conjunto de anécdotas elevadas al rango de categoría por su mano y por su voz, ya que el libro trae un CD con este hervor latente.
Avalan la edición la Universidad de Huelva y Uniradío, que emite el programa “Del rosa al amarillo”, germen de estos textos, espacio en el que el autor ha entrevistado a docenas de dueños de esas caras, riqueza expresiva y documental a la que ha añadido sus recuerdos. He aquí el fruto.
Se preguntaban los antiguos griegos cuando una obra se culminaba si el actor había puesto pasión en ella. Situando la pregunta en nuestros días y aplicándola a este libro y a su artífice, Diego Lopa Garrocho, cabe contestar: Toda.


sábado, 3 de septiembre de 2016

CRÍTICA DE "WILLIAN MARTIN, EL HOMBRE QUE NUNCA EXISTIÓ".

Facebook me recuerda la publicación de esta crítica de mi libro efectuada por el escritor, académico y poeta Manuel Garrido Palacios y que incluye en su blog personal. Un honor para mí. Mil gracias.
La cuelgo en el blog para lectura de mis amigos sin acceso a mi cuenta de facebook

LAS CARAS OCULTAS DE HUELVA EN LA II GUERRA MUNDIAL
(Willian Martin. El hombre que nunca existió)

Universidad de Huelva


Decía un querido maestro que el mito no era una mentira, sino una verdad invertida, de manera que hacía que pasara fuera lo que sólo pasaba dentro de uno o de un círculo afín, ya fuera cierto, fruto del imaginario o máster de alguna estrategia para alcanzar un objetivo. En virtud de este juego nacía y se extendía una verdad virtual con la que podía engañarse a quien conviniera hasta donde la línea roja se hacía visible. El mito en la Antigüedad era también una historia contada que venía a explicar lo que la mente no era capaz de desenredar en cuanto a la presencia de los dioses. Si era la ignorancia lo que creaba el misterio, el ser humano, inasequible al vacío absoluto de razonamientos, recurría al mito para aplacar sus dudas, llenar ese hueco y engarzar el eslabón necesario ante la imposibilidad de hacerlo de otro modo. Todo, menos dejarlo en el aire, aunque en el aire quedara. En suma, para explicarse lo inexplicable.
Algo o mucho de todo esto hay en la apasionante historia de ‘El hombre que nunca existió’… podríamos decir: ‘fuera’, pero que sí existió ‘dentro’ de quienes urdieron tan insólita secuencia histórica, con nombre y apellidos, documentos en regla, descubrimiento oportuno y sepelio a su hora.
Este es el mito de William Martin, eje de la espléndida obra de Diego Lopa Garrocho, cuya primera parte nos sitúa en la época marco dejando la segunda para hacer un recorrido por los escenarios y los personajes de la trama… la búsqueda de un cadáver en lugar idóneo, el transporte del cuerpo y de sus ‘trascendentales’ pertenencias, perfil de la novia que no existió, la tensión histórico-mítica entre los días 30 de abril y 2 de mayo de 1943, la confirmación en Londres del cumplimiento del plan, la enigmática tumba en Huelva y las consecuencias de este cúmulo de hechos, sobre los que no cabe extenderse aquí al ser patrimonio del conocimiento común y porque en las páginas del libro se ofrecen enriquecidos con un corpus documental –inédito en algún caso- e iconográfico obtenido por Lopa Garrocho en un paciente trabajo en los archivos de tantas personas e instituciones cuya nómina de agradecimientos es epílogo a la obra.
Las firmas que prologan ‘Las caras ocultas de Huelva en la II Guerra Mundial’ inciden en la esencia del mito. Francisco José Martínez López, Rector de la UHU, dice que ‘hay territorios en los que los mitos creados por el hombre conviven con la vida real […] La provincia de Huelva es un ejemplo casi mágico de esta circunstancia’. El escritor José María Segovia da un paso más cuando expresa que ‘William Martin es un personaje ya familiar’. Extraordinaria síntesis. Es asumir el mito como algo propio a la vez que se pregunta aludiendo a un libro anterior de su autoría: ‘¿Termina aquí la historia del hombre que nunca existió?’ Isabel Naylor, Miembro de la Orden el Imperio Británico, que señala: ‘nunca llegué a imaginar que disfrutaría tanto recordando, elaborando hipótesis’, cree del libro y del mito que estudia, que ‘estas páginas vuelven a mirar la historia’, y el Doctor en Historia Cristóbal García cierra los previos de la ‘fascinante’ que nos ocupa, anotando que ‘aunque no resultaba fácil decir algo nuevo’, [Lopa Garrocho] lo ha hecho ‘demostrando que no era una investigación agotada’. En la dirección de lo dicho sobre el mito, no quiero dejar de anotar un párrafo de la carta que Iris Montagu escribe a Isabel Naylor: ‘…he sabido que es usted la que pone flores en la tumba del Mayor Martin todos los años. En nombre de mi marido, Ewen Montagu, que falleció hace diez años, me gustaría darle las gracias. Es bonito saber que aunque no sea el Mayor Martin el que descansa en tierra extraña, de alguna manera alguien se acuerda de él’.
Vale aquí lo que se dijo en la presentación de la obra: ‘cuando se publica un libro, nace una estrella’. La luz del astro -la entraña del mito- es un brillo que nos hace mirarlo como uno de los misterios pendientes.
Lo escribió Juan Ramón Jiménez, el más grande poeta del pasado siglo: ‘La chicharra sierra un pino al que nunca se llega’. ¿O era otro animal?

© Manuel Garrido Palacios